jueves, 21 de octubre de 2010

La insaciable y compulsiva posesion

Estas necesidades ficticias en las que nadamos a diario nos ponen del derecho y del revés… simultáneamente. Nos movemos en un mundo de inercia marcada por la necesidad  de otros, de aquellos que necesitan que necesitemos... para ellos así poder poseer más.

¿Cuantas cosas caben en un hogar? Las macetas, los amores y el querer, los animales que nos acompañan, nuestras soledades y dolencias, nuestros recuerdos y ambiciones. El pan que va a la mesa, la pareja que nos mira con un grado distinto de amor según el día, los hijos (si los hay), los libros, las artes y todo lo demás que nos alegra la vida y nos ayuda a tener la tripa llena, los pies calientes y el corazón contento. Hasta aquí, hasta este punto de necesidades saciadas con lo suficiente, la sociedad y yo estamos de acuerdo, nos llevamos bien y nos queremos (he de reconocer, a ratos).

Nuestras disputas comienzan cuando la balanza que mide lo que tenemos, lo que guardamos, lo que usamos y lo que necesitamos se inclina hacia un lado más que al otro. Nos falta espacio para guardar todos los cacharros que tenemos y ya no usamos. Nos rebosan los cajones y armarios de cosas olvidadas y objetos del pasado, guardamos cajas con recuerdos que nunca abrimos, necesitamos comprar, consumir y olvidar bastante más de lo estrictamente necesario…. Guardamos y guardamos, frustrándonos con el espacio disponible (el cual no es el culpable de nuestra adicción a las colecciones inútiles que abarcan casi todos los objetos) para finalmente ver que a pesar de tener el armario lleno de ropa pensamos que no tenemos nada que ponernos. Lo fatídico de poseer 3 vajillas de las que solo usamos una es que al final, acabamos alquilando un hogar más grande para darle un rincón a todo aquello que igual, algún día, volveremos a tratar con la preferencia de algo nuevo.  Pagamos mas alquiler para poder guardar el miedo que nos provoca el deshacernos del pasado… ¿tan asustados estamos de nosotros mismos y de nuestro presente?

La verdad es que es difícil escapar del círculo tan variado de opciones similares que nos ofrece la vida en bandeja;  Y como moneda de trueque el dinero que ganamos tras horas esclavizados a una mesa, o a una maquina… o a una frustración con el nombre del oficio en el que sin elegirlo trabajamos.  

La otra opción disponible a todo esto es la de abrir los ojos  y aunque nos cueste un poco tras tenerlos cerrado mucho tiempo la acción es solo cuestión de práctica. Podemos abrir los ojos y ver que compramos lo que nos hacen creer que necesitamos.  Podemos pasar sin muchas cosas sin echarlas si quiera de menos. Podemos entender que el sistema esta creado para idiotizarnos y hacernos una manada de consumidores sin rumbo para que así nuestras vidas sean las de esclavos que se creen libres. Es posible que se nos quite la ceguera y aprendamos que en la cantidad no está lo valioso. El vacio interno que intentamos saciar con nuestra desmesurada colección de objetos inanimados  no se va a llenar con mas comprar y con mas necesidad sino con amor hacia nosotros mismo y con ternura hacia lo que nos rodea.

Mas nos valdría como sociedad coleccionar despertadores… igual así, algún día, despertaríamos de nuestro sueño de necesidades no saciadas.  

6 comentarios:

  1. Los objetos son invasiones de formas obstinadamente simples y repetitivas que se apoderan del maravilloso espacio que tenemos alrededor. Son cosas de aspecto ofensivo de tan impuro e insignificante que nos miran y nos escupen ahogamientos de cotidianeidad. Buceamos en ellas con la pupila. No vemos hueco de cielo porque ocupan todo el ancho de nuestros ojos. Intentamos bucear y emerger a la pura sensación espacial pero esas cosas nos agarran de la pierna y nos pegan de nuevo al mustio corazón de la realidad, que es otra gran cosa innecesaria.

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  2. Estoy de acuerdo contigo... y si, son necesarios... asi como su uso, abuso y exceso nos mantiene demasiado fuera y muy poco dentro.

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  3. Tu (artículo?) está muy bien escrito. Tanto que los primeros parrafos me lían un poco y creo perder la perspectiva ( de pequeño no daba una en el cole). Pero el último parrafo se me antoja el más esclarecedor y definitivo. Sobre todo la última frase, algo así como: saquemos lo bueno que tenemos innato en el alma.
    Por lo que escribes anteriormente a eso supongo que con "lo bueno" te refieres a lo contrario de "tocarle los cojones a un conductor de autobús" o "haber mandado injustamente a tomar por saco a tu compadre/novio?. Por supuesto que debemos luchar contra esa ira interna que nos lleva a esos momentos tan sufridos por la explosión interna de nuestras propias inseguridades. Eso nos pasa a los bondadosos a los cursis a los malhumorados a los emprendedores a los antisociales..a todos. Es muy difícil luchar contra esos casos en algunos momentos dados (ojalá los menos) de tu vida. La interacción emocional con los demás nos trae ilusiones, espectativas, alegrías, etc pero también cabreos, depresiones, desesperación, etc. Una vez más llegamos al Yin y el Yan, gran poseedor de la esencia de este mundito en el que vivimos los geniales y estúpidos humanos.
    Volviendo a tu último parrafo ( sorry, releeré todo lo demás) tengo el caso extremo ( para mal, desgraciadamente) de lo que dices:
    El otro día leí una noticia en el periódico de que habían identificado después de nosecuántos años el cadaver de una chica de 25 que murió por una sobredosis de heroína y cuyo cadaver la madre llevaba buscando todo ese tiempo.
    La hija era enfermera y sus crisis de personalidad y problemas emocionales le llevaron al tenebroso mundo de las drogas.El último mensaje que dejó a su madre fué "mamá, por qué soy así" ..

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  4. ¿Cómo hay que ser? Tu dices que salpicas el malhumor, la ira injusta, etc. Bueno, está claro que a nadie le gusta ser así y trata de evitarlo porque a todos nos hace sentir mal eso.
    Pero, eso son cosas que ocurren y con el tiempo y la experiencia supongo que aprendemos a evitarlas en la medida de lo posible. Pero..en otros términos....¿Cómo hay que ser?
    Esto ya se empieza a complicar. Hay cosas que nos gusta hacer..pero luego nos sentimos mal (estar escribiendo un comentario de un blog a la 1 teniendo mñ que madrugar para hacer cosas importantes, por ejemplo) y cosas por el estilo que parecen una tontería pero nos afectan. ¿Cómo hay que ser? ¿ qué hay que hacer?¿Cúando nos sentimos bien y cuando nos sentimos mal? ¿por qué? A veces nos sentimos mal cuando hacemos cosas que nos gustan y pensamos que las cosas que no nos gustan son las que nos harán sentir bien. ¿Esta Dios jugando a la peonza con nosotros?
    Quien sabe.Ahora tengo el timón de mi barco medio enderezado. Pero sé que la tormenta anda siempre al acecho.
    Perdona si me he desviado de tu intencionalidad, pero llevo 2 años sin ir al comecocos y tenía que descargarme.
    Un saludo!!

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  5. Hola Alt!

    profunda reflexion y parece que son cosas que nos pregunatmos todos los humanos,no?. Intentare cubrir lo mas que pueda. Para mi todos los seres humanos contienen dualidad(yin-yan). Hay una Madre Teresa y un Hitler dentro de todos nosotros, del alma y del ser salen las dos cosas. Aqui la cuestion es ver y ganar consciencia de que tenemos una alternativa (la enfermera que mencionas no sabia que podia elegir otra cosa). Tenemos la alternativa de decidir que sacamos para fuera, lo que pasa es que eso implica que tengamos un compromiso personal y miremos hacia dentro, sino lo hacemos y vivimos salpicando sin mas nos robamos a nosotros mismo la posibilidad de aprender de los errores y sacar lo mejor de nosotros mismo hacia fuera. Como hay que ser? no hay regla ni medida para eso, nadie puede decirlo. A mi me funciona saber hacia donde me encamino, y en baso a eso para tomar decisiones personales que me convienen. Es como el que va en un coche de Sevilla a Cordoba, puedes hacerlo via directa o puedes dar vueltas con el cohe, pasar por Galicia y el Pais Vasco y despues bajar pal sur, llegas al mismo sitio solo que con mucho mas esfuerzo. Yo creo que se basa para cada uno en saber lo que resuena como correcto, para mi es correcto hacer deporte, comer sano, ser creativa y algun par de cosillas mas, pues es lo que intento hacer, y aunque a veces fracase en el intento se que para mi es lo que funciona. Si estoy feliz conmigo misma luego es mucho mas facil ser feliz con los demas. Lo que pasa es que lo que nos apetece no es necesariamente lo mas sano a veces... Pero hay que hacer el esfuerzo y ahi es donde esta el poder de eleccion. Gracias por tus comentarios, son inspiradores!!

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  6. No, por favor, menos despertadores! El tiempo es otro objeto inventado para poner orden a nuestras vidas entre objetos y objetivos premeditados de antemano, por gente que jamás llearemos a conocer.

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